Carlos Reutemann ganó en 1981 el Gran Premio de Bélgica en Zolder con Williams. Fue su último éxito de la Fórmula 1, y el último de un piloto argentino.
El 17 de mayo de 1981, Carlos Reutemann lograba, en Zolder en el Gran Premio de Bélgica, su 12ª y última victoria en la Fórmula Uno. Después no hubo más. El 18 de mayo de ese año comenzaron casi cuatro décadas de frustraciones y un vacío argentino en victorias en el máximo campeonato de automovilismo del mundo. Se cumplen 40 años del último éxito de un piloto de nuestro país en la máxima categoría, fecha que parece muy lejana, tanto como la que se ve en la actualidad para volver a tener un representante del país en lo más alto del podio.
Ese fin de semana en Bégica no fue fácil para Reutemann. El viernes atropelló en la calle de boxes a un mecánico del equipo Osella, Giovanni Amadeo, quien fallecería el lunes. Además de esa situación, el argentino debía convivir en un equipo Williams donde las cosas ya no estaban nada bien tras la victoria de Reutemann en el Gran Premio de Brasil desobedeciendo la orden de dejar pasar a su compañero de equipo, Alan Jones. El día del famoso cartel en la calle de boxes.
Sin embargo, y en medio de ese clima Reutemann consiguió la pole position para la carrera, la cual tendría otro hecho accidentado para un mecánico cuando el motor de Ricardo Patrese se detuvo segundos antes de la largada. Dave Luckett, mecánico del piloto italiano, ingresó a la pista para ayudarlo pero los autos comenzaron a acelerar y fue impactado por Siegfried Stohr, compañero de Patrese en Arrows. Luckett sufriría fracturas en sus piernas pero salvaría su vida y la parrilla de la Fórmula 1 debía realizar una segunda largada.
Allí Reutemann se vio superado por Didier Pironi, Nelson Piquet y Alan Jones, lo que marcaba un difícil inicio para el argentino. Pironi sería el líder de la carrera hasta la vuelta 13, momento en que Jones tomaría la delantera por apenas siete giros, ya que desde la vuelta 20 hasta el final el encargado de comandar las acciones fue Reutemann.
La carrera de Zolder 1981 fue el punto más alto de Reutemann. Al menos así lo denotaban los registros de su Williams y la posición en el campeonato. Fue una carrera absolutamente irregular, en donde emergió la figura maciza de un Carlos Reutemann. El argentino se quedó con la Pole position , récord de vuelta, pruebas con tanques llenos, la carrera y la punta en el campeonato.
Aquella competencia fue fabulosa por lo vivido en las primeras 20 vueltas, en las que Pironi (Ferrari), Piquet (Brabham), Jones (Williams) y luego Jacques Laffite (Talbot-Matra), junto con el propio Reutemann, brindaron los grandes espectáculos que hoy tanto extraña la máxima categoría y que no sabe cómo hacer para recuperar.
Reutemann padeció un problema mecánico, que al principio no sabía si era de embrague. Sin embargo, ganó. Completó las 54 vueltas (se habían programado 70, pero la lluvia obligó la finalización 16 giros antes) en 1 hora 16 minutos 31 segundos 61/1000, a un promedio de 180,445 km/h. El récord de vuelta fue de Reutemann, en la 37, a 184,192 km/h (1m23s30/1000 la vuelta), y la pole position la había obtenido con 1m22s28/100, a 186,475 km/h.